¿Alguna vez te has preguntado cómo llegó el café a Europa y se convirtió en una de las bebidas más consumidas del mundo? En esta cuarta parte de la historia del café, en Waalay, te contamos cómo este grano, que ya era venerado en el mundo árabe, conquistó este continente, superando incluso las barreras religiosas con las que se encontró.
El café llega a Italia y se encuentra con una polémica en la Iglesia Católica
El primer punto de entrada del café a Europa fue Italia, donde rápidamente generó tanto interés como controversia. La Iglesia Católica, al notar la creciente popularidad de esta bebida "extraña y amarga", la calificó como una "invención de Satanás". Algunos clérigos, incluso, llegaron a considerarla una amenaza para el vino, símbolo central de la Eucaristía.
Pero todo cambió gracias al Papa Clemente VII, quien intrigado por la fama de esta bebida, decidió probarla. Luego de esto, el Papa no solo aprobó el café, sino que lo bautizó simbólicamente. Corría el año 1592, y a partir de ese momento, el café fue “liberado” de su condena eclesiástica.
Otro incidente que tuvo el café en su llegada a Europa
Para los pueblos árabes, el café era más que una bebida: era un tesoro cultural y económico. Por eso, durante mucho tiempo, solo vendieron el grano ya tostado, lo que impedía a otros países cultivarlo por su cuenta. Esta estrategia buscaba mantener el control total del comercio y proteger su exclusividad como productores.
Sin embargo, con el tiempo y la creciente demanda en Europa, este control fue cediendo.
La fiebre del café: las primeras cafeterías en Europa
A medida que el café se popularizaba, también lo hacían los lugares donde se podía disfrutar. Así nacieron las primeras casas de café en Europa, en ciudades como Venecia y Viena, algunas de ellas continúan abiertas al público, convertidas en joyas históricas.
Pero fue en la década de 1650 cuando el café dio un salto definitivo: llegó a Inglaterra. Allí se abrieron cafeterías en Oxford y Londres, que se convirtieron en centros de encuentro para intelectuales, artistas y comerciantes. Fue tan importante, que gracias a este surgieron los famosos “Penny Universities”: con una sola moneda podías disfrutar de una taza de café y una conversación filosófica.
El auge del comercio del café y la expansión global
El entusiasmo por el café en Europa creció rápidamente. La demanda aumentó tanto que se hizo necesario exportar café a gran escala. Así nació la necesidad de contar con productores capaces de ofrecer café verde durante todo el año, que luego sería tostado en los países europeos a donde llegaría, para garantizar su frescura y sabor.
Este proceso dio pie a la expansión del cultivo de café en regiones tropicales, muchas de las cuales siguen siendo hoy los principales exportadores del mundo. Como es el caso puntual de nuestro país: Colombia.
¿Por qué esta historia es tan importante para Café Waalay?
En Café Waalay honramos la historia del café porque creemos que cada taza cuenta un capítulo del pasado, que nos permite ser quiénes somos hoy en el presente. Desde sus orígenes árabes, hasta las sofisticadas cafeterías de Europa, el café ha sido símbolo de cultura, resistencia y evolución.
Y tú, cada vez que disfrutas una taza de Café Waalay, también formas parte de esta historia.